La
huella hídrica y de carbono de la producción cervecera supone un fuerte impacto
ambiental, por lo que no está nada mal intentar contrarrestarlo con inventos
como éste, un enfriador de cerveza tan ingenioso como efectivo, que consigue
mantenerlas frescas dentro de una nevera poco convencional que nos brinda la
misma naturaleza.
El ingenio ha sido inventado por unos jóvenes daneses
amantes de esta popular bebida. Han dado forma a una idea revolucionaria que
sorprende por su sencillez. La idea es incluso obvia: consiguen un refrigerador
ecológico que mantiene las cervezas frescas durante todo el año aprovechando la
frescura y humedad del interior de la tierra. Este ingenio no
necesita electricidad.
Su
contribución verde ataca varios frentes: además de evitar el uso de
electricidad, también ahorra tener que comprar hielo para refrescarlas cuando
se sale al exterior, pues está pensada para instalarse en el jardín.
En
realidad, la idea no es nueva, pues enlaza con tradiciones ancestrales que
recurrían a este método para conservar alimentos. De hecho, la costumbre de
almacenar alimentos en los sótanos sigue esta misma lógica, la de utilizarla
como gran nevera, efectiva y natural. En este caso, sin embargo, el concepto es
bastante distinto, pues se ha de cavar un agujero de un metro y tras instalar
el artilugio podemos tener hasta 24 latas de cerveza u otra bebida en el
jardín, en una cámara y listas para beber en su punto.
Una vez agujereado el
suelo e instalado el aparato, simplemente resta girar la manivela en un sentido
o en otro cada vez que queramos que emerja una birrita o que descienda a los
abismos para permanecer aislada en este limbo subterráneo, a la espera de otra
ocasión. Como inconveniente, resulta obvio que fomentar el uso de latas no es,
ni mucho menos, ecológico.